Las redes sociales son plataformas digitales que permiten a millones de usuarios crear una presencia en línea y comunicarse con otras personas de todo el mundo. Permiten compartir contenidos, como fotos, mensajes y ver vídeos, así como seguir a otros usuarios u organizaciones para recibir sus actualizaciones.
También proporcionan herramientas para que la sociedad actual interactúe entre sí de una manera muy fácil y colaboren en proyectos sin tener que ir a ninguna parte o recorrer grandes distancias.
Entre las más populares se encuentran Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn, YouTube, Pinterest y Whatsapp, entre otras.
Estas plataformas se han convertido en una parte esencial de la vida cotidiana de muchas personas como forma de mantenerse en contacto con amigos y familiares o de encontrar nuevas conexiones a través de intereses y aficiones compartidos.
Visión general de las actitudes de las personas mayores de 65 años hacia las redes sociales
La actitud de las personas mayores hacia las redes sociales ha cambiado a lo largo de los años.
Al principio, las generaciones mayores dudaban en utilizarlas por falta de familiaridad en el acceso a internet y a la tecnología, por temor a su intimidad o por considerarlas un reemplazo de la interacción en persona con viejos amigos o familiares.
Sin embargo, cada vez más personas mayores utilizan las redes sociales para mantener el contacto con familiares y amigos, así como para acceder a noticias y entretenimiento. Van experimentando los beneficios de las redes sociales. Por ejemplo, aprecian la comodidad de poder mantenerse en contacto sin tener que recorrer grandes distancias, al tiempo que disfrutan de la oportunidad de compartir recuerdos, fotos y vídeos con los que están lejos.
Además, los estudios sugieren que la participación regular en las redes sociales puede ayudar a reducir el sentimiento de soledad y mejorar su salud mental.
En general, parece que los mayores reconocen cada vez más las ventajas que se derivan de tratar las redes sociales y por tanto, van reduciendo la brecha digital.
Razones por las que a las personas mayores no les gustan las redes sociales
Las personas mayores suelen tener una opinión negativa de las redes sociales y su funcionalidad.
Hay muchas razones por las que pueden no gustarles, como la preocupación por la privacidad, la falta de comprensión de la tecnología y sentirse abrumados por la cantidad de contenidos disponibles en línea.
También puede preocuparles cómo se utiliza o comparte su información personal.
Además, pueden pensar que son una pérdida de tiempo y les preocupa que las generaciones más jóvenes dependan demasiado de estas plataformas.
Por último, puede que simplemente se sientan demasiado mayores para participar en las conversaciones que tienen lugar en línea y, por tanto, se sientan desconectados del mundo digital.
Miedo a la tecnología
El miedo a la tecnología, también conocido como tecnofobia, es una preocupación creciente en esta era digital.
Es el miedo a los ordenadores, tablets, aparatos y otras formas tecnológicas pueden considerarse intimidantes o difíciles de entender.
Este miedo puede ir desde la ansiedad leve a la paranoia extrema y puede hacer que las eviten por completo.
La tecnofobia puede deberse a una falta de conocimiento o comprensión del funcionamiento de la tecnología, o incluso a una experiencia traumática con ella.
Puede tener un impacto significativo en la vida de una persona, ya que le impide aprovechar todas las oportunidades disponibles del mundo digital actual.
Afortunadamente, hay muchos recursos disponibles para ayudarles a superar su miedo y sacar el máximo partido de este panorama tecnológico en constante cambio.
Falta de comprensión de la finalidad y los usos de las redes sociales
Las personas mayores no suelen comprender la finalidad y los usos de las redes sociales.
Se han convertido en una parte importante de nuestras vidas, y a las personas mayores puede resultarles difícil mantenerse al día de todos los cambios y avances tecnológicos, de hecho algunas ni siquiera entienden qué es una red social o cómo usarlas, por lo que es menos probable que se unan a una.
Esto puede provocar sentimientos de aislamiento y soledad, ya que estas redes se utilizan a menudo para conectar y relacionarse con amigos, familiares y el mundo que nos rodea.
Es importante que la familia y amistades, así como cuidadores ayuden a educar y sensibilizar a las personas mayores sobre cómo utilizarlas de forma segura, e informarse sobre los beneficios que pueden obtener de ellas, entre ellas la importancia de aprender una nueva habilidad.
Con una educación adecuada sobre cómo conectarse a internet y las redes sociales desde teléfono móvil, por ejemplo, las personas mayores pueden acceder a todo un nuevo mundo de oportunidades de comunicación que les ayudarán a permanecer conectados con quienes más quieren.
Reticencia a adoptar nuevas tendencias
Las personas mayores suelen mostrarse reacias a adoptar nuevas tendencias.
Esto se debe a que están acostumbrados a las rutinas y pautas a las que se han ido acostumbrando a lo largo de su vida.
Puede resultarles difícil romper con esos hábitos y probar algo nuevo, aunque a la larga les beneficie.
Pueden sentirse abrumados o intimidados ante la perspectiva de probar algo desconocido, o les resulta difícil seguir el ritmo de la vida moderna.
Además, muchas no son expertas en tecnología y pueden tener dificultades para aprender a utilizarla o entender conceptos desconocidos.
Por eso prefieren quedarse con lo que les resulta más familiar y cómodo, como las formas tradicionales de hacer las cosas.
Preferencia por los métodos de comunicación tradicionales
Muchos siguen prefiriendo los métodos de comunicación tradicionales, sobre todo las personas mayores.
La comunicación offline implica interacciones cara a cara, como hablar por teléfono, enviar cartas o tarjetas por correo y quedar con alguien en persona.
Este tipo de comunicación ha existido desde antes de que se inventara Internet y sigue siendo utilizado por quienes lo prefieren.
Muchas personas mayores se sienten más cómodas con formas tradicionales de comunicación que no dependen de ordenadores o teléfonos inteligentes, ya que ofrecen una sensación de conexión personal que puede ser difícil de lograr con las comunicaciones online.
Dificultad para aprender a utilizarlos
Aprender a utilizar las nuevas tecnologías puede suponer un reto intelectual para cualquiera, pero puede ser especialmente difícil para las personas mayores.
Estas han crecido en una época en la que la tecnología no estaba tan extendida ni se utilizaba tanto, por lo que es posible que no hayan tenido el mismo acceso a los recursos informáticos que los más jóvenes. Esta falta de familiaridad puede dificultar el aprendizaje de las nuevas tecnologías.
Además, pueden no tener la agilidad física o la agudeza visual necesarias para aprender y utilizar eficazmente estas tecnologías, lo que puede crear un nivel adicional de dificultad para dominarlas.
Sin embargo, con paciencia y práctica, la mayoría pueden llegar a ser expertos en el uso de la tecnología moderna. Pueden llegar a tener nuevas oportunidades para mejorar sus relaciones sociales, además de una mejora de las capacidades cognitivas.
Preocupación por la privacidad y la seguridad
Los problemas de privacidad y seguridad son especialmente importantes para las personas mayores, que pueden no estar tan familiarizadas con la era digital o no ser tan conscientes de los riesgos asociados a Internet.
Muchas de estas personas tienen mucha información personal almacenada en línea -desde datos de cuentas bancarias hasta historiales médicos- y es fundamental que estos datos se mantengan seguros.
Por eso, deben extremar las precauciones al utilizar servicios en línea, como activar la autenticación de doble factor y evitar hacer clic en enlaces sospechosos.
Además, deben asegurarse de que sus contraseñas son seguras y únicas, y no compartirlas nunca con nadie.
Tomando estas medidas, pueden garantizar la seguridad de su información personal en Internet.
Conclusión
En los últimos años, la tecnología ha avanzado a un ritmo vertiginoso, facilitando el contacto entre personas de todas las edades.
Sin embargo, el manejo de las redes sociales para las personas mayores puede ser más reacio que en otros grupos de edad.
Las razones son variadas y pueden ser debido a su falta de conocimientos técnicos o a su aprensión ante lo desconocido.
Esta reticencia es comprensible, ya que las redes sociales pueden resultar intimidatorias y complicadas para quienes no están familiarizados con ellas.
Aunque puedan tener algunos problemas a nivel cognitivo o físico a la hora de utilizar las redes sociales, es importante que puedan ver que más allá de una pantalla hay una fuente inagotable de información, y que gracias a las redes sociales pueden disminuir su aislamiento social.
Hay formas para que puedan acceder a la información y la comunicación de estas tecnologías: se pueden ofrecer clases en centros de mayores o bibliotecas que ofrecen instrucciones paso a paso sobre cómo crear y gestionar cuentas; o los familiares y amigos expertos en tecnología pueden ofrecerles ayuda si la necesitan.
Aprovechando estos recursos, pueden disfrutar de las mismas ventajas de estar conectados a través de las redes sociales que cualquier otro grupo de edad.
Las personas mayores pueden utilizar las redes sociales para mantenerse en contacto con amigos y familiares, compartir historias, fotos y vídeos, encontrar el apoyo de personas afines, unirse a grupos y organizaciones con intereses especiales, participar en actividades y retos en línea, acceder a recursos para la salud y el bienestar, mantenerse al día de la actualidad, participar en actividades de defensa de causas que les preocupan, desarrollar nuevas habilidades o aficiones, establecer contactos con posibles empleadores o contactos comerciales y mucho más.
Las redes sociales ofrecen a las personas mayores una excelente manera de conectar con el mundo que les rodea.