
El problema de la adicción en personas mayores
El problema de las adicciones en adultos mayores: una realidad poco visibilizada
Hoy en día, la adicción representa un problema de salud que impacta a individuos de todas las edades. Aunque comúnmente se ha relacionado con los jóvenes, lo cierto es que cada vez se presentan más casos entre personas mayores.
Motivos y aspectos que aumentan el riesgo
Con el paso de los años, las personas mayores enfrentan distintos retos tanto físicos como emocionales y sociales, que pueden aumentar su susceptibilidad a desarrollar adicciones. Entre los factores más frecuentes se encuentran :
Factores emocionales y psicológicos
- Soledad y aislamiento social ( Fenómeno Soledad No Deseada)
- Depresión o ansiedad no tratadas
- Pérdida de seres queridos
- Sentimientos de inutilidad o vacío tras la jubilación
- Estrés acumulado o traumas pasados
Factores médicos y farmacológicos
- Enfermedades crónicas
- Uso prolongado de medicamentos recetados (analgésicos, ansiolíticos, somníferos, antidepresivos)
- Automedicación para aliviar dolores físicos o problemas del sueño
- Interacción de medicamentos con otras sustancias
- Falta de seguimiento médico adecuado en tratamientos prolongados
Factores sociales y contextuales
- Aislamiento familiar o falta de apoyo
- Cambio de rol social (por ejemplo, pasar de cuidador a dependiente)
- Pérdida de autonomía o independencia
- Estigma social que impide hablar del problema
Factores generacionales y culturales
- Costumbres de consumo normalizadas en el pasado (alcohol y tabaco sin restricciones sociales)
- Falta de información o campañas preventivas en décadas anteriores
- Resistencia a buscar ayuda por orgullo o desinformación
Estos cambios importantes en su vida pueden generar sentimientos de tristeza, ansiedad y aislamiento, los cuales pueden derivar en conductas adictivas.
Un obstáculo adicional es la escasa visibilidad y conciencia sobre las adicciones en adultos mayores. Los prejuicios sociales suelen dificultar que reconozcan su situación, lo que retrasa la posibilidad de buscar apoyo o tratamiento adecuado.
Señalar el abordaje de esta problemática que tuvo Madrid Salud (organismo autónomo del Ayuntamiento de Madrid) en Marzo de 2024 en la jornada «Personas Mayores y Adicciones: el riesgo del consumo de sustancias entre la población mayor y su impacto en la salud» señalando su gerente Antonio Prieto “El consumo continuado de sustancias provoca envejecimiento precoz, con una carga mayor de enfermedades crónicas y pluripatologías como consecuencia de estos consumos. Por lo que nos encontramos con personas con un envejecimiento precoz y unas necesidades de atención que no corresponden a su edad biológica”
Adicciones más frecuentes
Hoy en día contamos con datos procedentes de diversas fuentes oficiales y no oficiales, como la encuesta realizada por el Plan Nacional sobre Drogas en 2021, estudios específicos desarrollados por algunas Comunidades Autónomas y trabajos impulsados por organizaciones no gubernamentales.
- El consumo de alcohol entre personas mayores es considerablemente alto.
- El consumo de tabaco en este grupo supera la media nacional. Esto se debe a que empezaron a fumar en un contexto social donde no había presiones para dejarlo ni información sobre sus riesgos. Se trata de consumidores de larga duración, que en muchos casos solo abandonan el hábito por motivos de salud, y no por convicción personal.
- También se detecta el uso de drogas ilegales, como el hachís, y en menor medida heroína o cocaína, entre personas mayores, algunas de las cuales residen incluso en centros geriátricos. Este fenómeno se debe a que una parte de la población que consumía estas sustancias hace 20 o 30 años, gracias a los programas de reducción de daños, ha logrado sobrevivir y envejecer, a diferencia de lo que ocurría en décadas pasadas.
- También se evidencia un uso significativo de psicofármacos, tanto aquellos prescritos legalmente como los adquiridos sin control médico. Por un lado, se encuentran los medicamentos indicados para tratar problemas de salud específicos. Por otro, persiste un consumo más cotidiano o social, reflejado en frases frecuentes como “me tomaré algo para poder dormir” o “necesito algo para estar activo durante el día”. Es importante destacar que ciertos fármacos, como el Prozac, han figurado durante años entre los más utilizados sin prescripción médica a nivel mundial.
Conviene destacar que, a diferencia de lo que sucede en otras etapas de la vida, el uso de sustancias psicoactivas en las personas mayores no siempre responde a una elección personal. Es decir, mientras que en jóvenes y adultos el consumo de drogas —legales o ilegales— suele ser una decisión voluntaria, en el caso de los adultos mayores muchas veces está ligado a indicaciones médicas prescritas por profesionales de la salud.
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Adicciones comportamentales:
- Juego patológico: Muchas personas mayores desarrollan problemas con el juego, buscando en él una forma de entretenimiento o escape, lo que puede derivar en pérdidas económicas y estrés familiar.
- Uso excesivo de tecnología: Aunque menos frecuente que en generaciones jóvenes, algunos adultos mayores presentan dependencia al uso de teléfonos, internet o redes sociales, especialmente como medio para combatir la soledad.
- Compras compulsivas: El gasto descontrolado puede aparecer como una forma de llenar vacíos emocionales o de encontrar satisfacción momentánea.
- Trastornos relacionados con la alimentación: Algunos mayores pueden desarrollar hábitos alimentarios compulsivos, como comer en exceso para lidiar con emociones negativas.

Ludopatía en personas mayores | Fuente: Freepik
Tratamientos para las adicciones en la tercera edad
El abordaje de las adicciones en personas mayores requiere un enfoque integral y especializado que contemple las particularidades de esta etapa de la vida. El primer paso fundamental es realizar una evaluación completa, que permita conocer la historia médica, emocional y social del paciente. Esta valoración es clave para identificar los factores que contribuyen al desarrollo de la adicción y diseñar un plan de tratamiento adecuado.
Debido a la complejidad que presentan estos casos, es imprescindible un enfoque interdisciplinario, donde profesionales de distintas áreas, como médicos, psicólogos, terapeutas ocupacionales y otros especialistas en salud, trabajen de manera coordinada para atender tanto los aspectos físicos como emocionales del problema.
Las terapias individuales y grupales constituyen herramientas esenciales en el proceso terapéutico. Mientras que las sesiones individuales facilitan el abordaje de dificultades personales específicas, las terapias grupales ofrecen un espacio para compartir experiencias y recibir apoyo, favoreciendo la motivación y el sentido de comunidad.
Además de la desintoxicación, la rehabilitación física y mental juega un papel crucial en la recuperación. Programas que incluyen ejercicios adaptados, terapias ocupacionales y estrategias para fortalecer la salud mental son fundamentales para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores en tratamiento.
El apoyo familiar y social también resulta indispensable. La participación activa de la familia y la promoción de relaciones sociales contribuyen a prevenir el aislamiento, proporcionando un entorno de comprensión, estabilidad y contención emocional que favorece la recuperación a largo plazo.
Finalmente, la educación continua sobre los riesgos asociados a las adicciones en esta población es vital. Capacitar a profesionales de la salud, familiares y a la comunidad en general para identificar señales de advertencia y brindar un apoyo oportuno, se presenta como una estrategia clave para la prevención y el manejo adecuado de estas situaciones.
Para finalizar y llegar a una visión más amplia de esta problemática es interesante señalar el estudio PERSONAS MAYORES Y ADICCIONES: UN DIAGNÓSTICO DE LARES Y UNAD CON PERSPECTIVA DE GÉNERO
Se puede descargar estudio completo en : https://drogodependencias.femp.es/sites/default/files/personas-mayores-y-adicciones.pdf



