En muchos artículos se puede leer sobre la importancia del ejercicio físico en las personas mayores. Es cierto que, la actividad física en las personas mayores, debería de ser un hábito y debería de estar integrado en el día a día. No obstante, hay algo que quizás dejamos de lado, y son igual de importantes.
En esta ocasión, venimos a hablaros de la importancia de realizar una rutina de ejercicios de relajación, para poder hacer frente a episodios de estrés, ansiedad, problemas para dormir, dolor crónico, etc.
Pero, vamos por partes, ¿sabemos qué son las técnicas de relajación? En este post, os lo contamos:
Las técnicas de relajación son un conjunto de prácticas, cuya función principal, es reducir la tensión mental y física para poder mejorar el bienestar general de la persona.
A continuación, se presentan algunas de las más comúnmente utilizadas:
1. Técnicas cognitivas de relajación
Técnicas de respiración
Se basan en el control de la respiración, para controlar la actividad simpática utilizando una respiración lenta, profunda y controlada. Se debe adquirir una postura cómoda y relajada.
Os proponemos dos técnicas muy sencillas, pero de gran utilidad. No olvidéis que, para que esto sea así, deberá estar integrado en nuestro plan de rutinas diario. Se pueden hacer 3 o 4 repeticiones.
- Técnica de imaginar un cuadrado:
- Técnica del Globo:
Para este ejercicio, se debe poner la espalda recta y colocar las dos manos sobre el estómago. A continuación, se realizarán inspiraciones por la nariz y se exhalará por la boca (simuláramos que hinchamos un globo). Veremos cómo se separan las manos colocadas en el estómago.
2. Relajación de diferentes grupos musculares y partes del cuerpo
Esta técnica consiste en reconocer qué grupos musculares están tensos para poderlos destensar.
- Relajación muscular progresiva
Esta técnica consiste, en primer lugar, en poner toda la atención en nuestro cuerpo, para saber, dónde hay tensión. A continuación, se deberá ir controlando la respiración a la vez que se deberá ir tensando y destensando cada parte del cuerpo (rostro, cuello, hombros, abdomen, brazos, piernas, etc) para centrarse en las sensaciones que esto provoca.
3. Relajación basada en el ejercicio físico
Como hemos dicho anteriormente, debe de ser un básico en nuestro día a día. En esta ocasión, os traemos los ejercicios más comunes para relajar el cuerpo:
- Ejercicios sencillos como andar y sentarse, levantarse de la silla, hacer bicicleta, etc.
- Ejercicios de estiramientos para destensar los músculos y las extremidades, es recomendable ir en un orden fijo, por ejemplo, de arriba hacia abajo o viceversa para no olvidarnos de trabajar todo el cuerpo.
- Ejercicios para mantener una buena postura corporal que deberá realizarse de forma consciente, tanto dentro como fuera de casa. Por ejemplo, mientras andamos (espalda recta), cuando nos sentamos (espalda estirada), etc.
4. Otras formas de relajarse
No son menos importantes y podrían ser un gran aliado para los mayores. En esta ocasión, hablamos de ejercicios como el Yoga (se combina ejercicio físico y técnicas de relajación), Pilates, Taichi, y otras como las que os contamos en terapias no farmacológicas