En este nuevo post, os hablaremos de otra terapia no farmacológica: roboterapia.
Desde los años 90, los japoneses, han utilizado estas técnicas para paliar enfermedades. Hoy, su uso se ha extendido al resto de países con unos resultados muy positivos.
¿En qué consiste la roboterapia?
La roboterapia es una terapia no farmacológica que consiste en la utilización de robots como elemento de estimulación cognitiva, juego y compañía, en personas con deterioro cognitivo avanzado.
Todos los robots están dotados de sensores que permiten dar respuesta a estímulos externos, facilitando una relación terapéutica que genera efectos psicológicos, fisiológicos y sociales. Su morfología es muy diferente, el uso más extendido para trabajar con personas mayores es el que tienen forma de animal que vienen provistos con piel artificial higiénica con un acabado anti-bacteriano y anti-manchas.
Éstos, son una forma alternativa a la intervención asistida con animales vivos, evitando las complicaciones derivadas de la presencia animales vivos en el centro.
Los estudios que se han realizado en este terreno, concluyen que los animales y los robots pueden ser equivalentes en cuanto a las respuestas emocionales y de implicación que generan, aunque los animales parecen ser ligeramente superior a la hora de generar comportamientos pro-sociales y promover una experiencia más positiva.
Conclusión:
Definitivamente, la robótica ha llegado a nuestras vidas para quedarse. En especial, la robótica social no tiene límites, es un gran recurso para ayudar y estimular al adulto mayor. Su uso se ha extendido a diferentes centros médicos y sociales. En líneas generales, los resultados de los experimentos exploratorios indican que estos robots poseen un gran potencial para proporcionar ayuda mental a las personas mayores. No obstante, será necesario seguir investigando para incorporar la roboterapia a gran escala en el entorno del adulto mayor.